martes, 3 de enero de 2017

EL LABERINTO DE LOS ESPÍRITUS (CARLOS RUIZ ZAFÓN)

El laberinto de los espíritus
Carlos Ruiz Zafón




FICHA TÉCNICA

Título: El laberinto de los espíritus
Autor: Carlos Ruiz Zafón
Editorial: Planeta, 2016
Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 925








Editorial: Planeta, 2018
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo

Páginas: 928
PVP:  12,95 €







CARLOS RUIZ ZAFÓN


De él nos cuenta la editorial:

Carlos Ruiz Zafón es uno de los autores más reconocidos de la literatura internacional de nuestros días y el escritor español más leído en todo el mundo después de Cervantes. Sus obras han sido traducidas a más de cincuenta idiomas. En 1993 se da a conocer con El Príncipe de la Niebla, que forma, con El Palacio de la Medianoche Las Luces de Septiembre, la Trilogía de la Niebla. En 1998 llega Marina. En 2001 publica La Sombra del Viento, la primera novela de la saga de El Cementerio de los Libros Olvidados, que incluye El Juego del Ángel, El Prisionero del Cielo y El Laberinto de los Espíritus, un universo literario que se ha convertido en uno de los grandes fenómenos de las letras contemporáneas en los cinco continentes






Dentro del laberinto


ARGUMENTO de EL LABERINTO DE LOS ESPÍRITUS


«¿Sabe una cosa, Daniel? Lo que pienso de verdad es que después de todo lo que usted y yo hemos pasado, aún soy aquel pobre infeliz que se encontró tirado en la calle y al que se llevó a casa por caridad, u que usted todavía es aquel crío desvalido que iba por el mundo perdido y tropezando con misterios sin cuento creyendo que si los resolvía, tal vez, de puro milagro, recuperaría el rostro de su madre y la memoria de la verdad que el mundo le había robado». (Página 24)

Daniel Sempere está cada vez más empeñado en desentrañar el misterio de la muerte de Isabella, su madre. Una muerte que le ha marcado la vida.
La aparición de Isabel Gris, una enigmática mujer, le va a poner en el camino de encontrar dicha verdad. Aunque el precio de saber la verdad, puede ser demasiado alta para almas inocentes como la de Daniel:
«La felicidad, o lo más cercano a ella a que puede aspirar cualquier criatura pensante, la paz de espíritu, es aquello que se evapora por el camino que lleva del creer al saber». (Página 480)







EL LABERINTO DE LOS ESPÍRITUS


En el último capítulo de El laberinto de los espíritus, El libro de Julián, Julián Sempere nos cuenta cómo ha escrito el libro de su familia. Es todo un juego del autor, en el que mezclando realidad y fantasía, nos explica la estructura de El cementerio de los libros olvidados, la tetralogía que Carlos Ruiz Zafón culmina con esta novela:
«Tal y como yo soñaba, la narración estaría dividida en cuatro volúmenes interconectados que obrarían a modo de puertas de entrada a un laberinto de historias. A medida que el lector se adentrase en sus páginas sentiría que el relato se ensamblaba como un juego de muñecas rusas en el que cada trama y cada personaje conducía a otro y este, a su vez, a otro más y así sucesivamente».

Llega pues a su fin, catorce años después de que se publicara el primer libro, la serie de El cementerio de los libros olvidados, ese lugar soñado por todo lector voraz:
«Cuando una biblioteca desaparece, cuando una librería cierra sus puertas, cuando un libro se pierde en el olvido, los que conocemos este lugar, los guardianes, nos aseguramos de que llegue aquí. En este lugar, los libros que ya nadie recuerda, los libros que se han perdido en el tiempo, viven para siempre, esperando llegar algún día a las manos de un nuevo lector, de un nuevo espíritu.  (...)  Este lugar es un misterio, Daniel, un santuario. Cada libro, cada tomo que ves, tiene alma. El alma de quien lo escribió, y el alma de quienes lo leyeron y vivieron y soñaron con él. Cada vez que un libro cambia de manos, cada vez que alguien desliza la mirada por sus páginas, su espíritu crece y se hace fuerte.» (La sombra del viento. Página 10).

La serie de El Cementerio de los Libros Olvidados, está compuesta hasta ahora por tres libros:
-El juego del ángel (2008)
-El laberinto de los espíritus (2016)



Ese laberinto de historias de la que nos habla Julián, es aún más palpable en esta última entrega, donde los saltos adelante y atrás son constantes, en las que el lector es conducido por numerosos pasillos que suben y bajan para adentrarse en nuevos caminos que nos conducen a puertas cerradas que tal vez más adelante podremos abrir.
Conoceremos así por fin la historia de Isabella, la madre de Daniel.

También conoceremos la historia completa de uno de los personajes más entrañables desde mi punto de vista del libro, un viejo conocido del libro anterior: Fermín Romero de Torres: ese personaje que se define a sí mismo como «asesor literario y detective bibliográfico de Sempere e hijos.» (Página 362) Un nombre que un día cogió prestado del cartel de una corrida de toros:
«Fermin Romero de Torres. Un buen nombre, se dijo. Musical. Operístico. A la altura de una existencia épica y desgarrada de eterno polizón por la vida. Fermín Romero de Torres o el hombrecillo enjuto a una mayúscula nariz unido que algún día no muy lejano, adoptaría aquel apelativo». (Página 34)

Sus frases y sus sentencias, son sin duda la parte más divertida de esta novela, el toque de humor que sirve para aliviar en muchos momentos la tremenda tensión a la que el autor somete al lector durante toda la novela:
»Me ha convencido esta tarjeta que dice Recomendación de Fermín: Las uvas de la Ira, del picarón Juanito Steinbeck, es una sinfonía de letras indicada para aliviar los casos de cazurrismo contumaz y favorecer la profilaxis de la meninge en casos de estreñimiento cerebral provocados por un exceso de adhesión al canon de la papanatería oficial». (Página 362)


También hay personajes nuevos, entre los que tiene gran importancia Alicia Gris, un personaje muy de novela negra con un aire de mujer fatal:
«Le calculó algo menos de treinta años, pero al igual que sus muñecas, cuanto más de cerca se la miraba más difícil era determinar qué edad representaba. (…) Exhalaba aquel aliento indefinible que la hija de Valls sabía que embrujaba a los hombres y los hacía comportarse como niños, o como viejos, y relamerse a su paso». (Página 165)

Una mujer que trabaja para el estado en labores de las que mejor no saber mucho, limpiando basura y asuntos de los que a opinión pública mejor no sepa nada.
Una mujer llena de luces y sombras, que se cree incapacitada para el amor, que esconde mucho más de lo que enseña, con un pasado que tiene puntos en común como la familia Sempere y de la que conoceremos toda su historia a lo largo del libro:
«-Es usted una caja de sorpresas, Alicia. De esas que uno mejor no abre, no vaya a ser que descubra la sorpresa que esconden.-Sabia decisión». (Página 182)

Pese a todo, no es tan mala como la imagen que tiene de sí misma y desde luego, conquistará el corazón de los lectores:
«Antes de salir se dio un último repaso en el espejo del recibidor y se concedió el visto bueno. “Te romerías el corazón a ti misma –pensó-. Si lo tuvieras”». (Página 320)


¿De qué va entonces la historia de El Laberinto de los espíritus? ¿Es una historia de amor? ¿Una historia sobre la posguerra española? ¿Una novela negra?
«-¿Ha oído decir usted alguna vez aquello tan socorrido de que en el amor y en la guerra está todo permitido, Daniel?-Alguna vez. Normalmente en la boca de los que están más por la guerra que por el amor.-Así es, porque en el fondo es mentira podrida.-¿Es esta entonces una historia de amor o de guerra?-¿Cuál es la diferencia?» (Página 28)

Lo cierto, es que El laberinto de los espíritus tiene un poco de todo, aunque sí hay que dejar claro que es la más negra de toda la serie, no sólo por la ambientación, sino también por la trama que nos cuenta, donde pierde peso parte de la parte histórica de los prisioneros encerrados en Montjuich para entrar en las cloacas del poder, de aquellos que a la sombra de los vencedores de la guerra medraron para su propio beneficio. Una trama que nos lleva a los niños robados al final de la guerra.


Pero El laberinto de los espíritus es al mismo tiempo más que eso, porque a lo largo de toda la serie no se nos deja de hablar del amor por los libros, de ese cementerio de los libros olvidados, de esa familia Sempere y su amor por los libros a través de su librería, sino que se nos habla del proceso creativo de la escritura, algo que ya aparecía con Daniel Martín y su obsesión por la escritura y que vuelve a hacerse muy presente en esta última novela de la serie. Porque lo de ser escritor es una profesión:
«Me explicó que la de escritor era una profesión que se tenía que aprender pero que era imposible enseñar. “El que no entiende ese principio más vale que se dedique a otra cosa, que en este mundo hay mucho que hacer”». (Página 773)


Tengo la impresión que por boca de sus personajes, vuelca el autor su opinión sobre lo que es buena literatura. En cualquier caso, no puedo estar más de acuerdo con el siguiente párrafo:
«Cada día estaba más convencido de que la buena literatura tenía poco o nada que ver con quimeras triviales como “la inspiración” o “el tener algo que contar” y más con la ingeniería del lenguaje, con la arquitectura de la narración, con la pintura de las texturas, los mimbres y los colores de la construcción, con la fotografía de las imágenes y con la música que podía producir una orquesta de palabras». (Página 880)






IMPRESIÓN PERSONAL

Lo primero que tengo que hacer es reconocer que cuando hablé de El prisionero del cielo metí la pata. Lo hice porque en su momento me pareció un “timo”, una de esas novelas que el autor parte en dos para ganar más dinero que si lo hiciese en un único tomo. Eran algo menos de cuatrocientas páginas (con diferencia la más corta de las cuatro) con letra grande y mucha hoja en blanco que dejaban una historia totalmente inacabada.
Pero con El laberinto de los espíritus el autor nos ha resarcido de la pequeña decepción que supuso dicha novela. Una novela que he releído antes de comenzar con ésta, porque lo cierto es que cinco años de separación y con mi memoria pez son muchos. Y sí, El laberinto de los espíritus es la continuación. De ahí que sea muy recomendable que, antes de comenzar, releas la anterior.
Puedes llevarte la sorpresa como ha sido mi caso, de que te guste más al releerla que la primera vez (algo que ya me ocurrió en su día con La sombra del viento. En realidad son una única novela dividida en dos partes, pero en lugar de ser esta segunda como yo esperaba otra novela que rondase las cuatrocientas páginas, son más de novecientas y con un tipo de letra más pequeña. Dicho de otra manera: queda justificada su división, porque si no nos iríamos a una novela que rondaría las 1.300 páginas. Y el peso mejor no pensarlo, porque El laberinto de los espíritus pesa 1.160 gramos


«Y dicho esto con más solemnidad de la que probablemente merece la ocasión, más vale aterrizar a ras de páginas y pedirle al amigo lector que nos acompañe al cierre de esta historia y nos ayude a encontrar lo más difícil par aun pobre narrador atrapado en su propio laberinto: la puerta de salida». (Página 864)

Pues eso, como dice el autor, vamos rematando y juzgando esa puerta de salida. Porque si después de más de dos mil quinientas páginas leídas para llegar al cierre de la historia, no es bueno…
Porque con tanta subida y bajada, con tanto laberinto, con tanto adelante y atrás, muchos eran las puertas abiertas, los hilos sin rematar. A lo que hay que añadir que a lo largo de la última novela se abren unas cuantas puertas más.
Pero poco a poco, todas y cada una de las puertas se irán cerrando, conoceremos la historia de Isabella, la de Mauricio Valls, la de Daniel Martín (y aunque yo diga que el segundo libro, el de El juego del ángel puede saltarse, es en esta última novela donde podemos comprender lo que en su día me pareció un disparate de novela y un final de la misma más disparatado aún), la de Fermín.
Cobra además un sentido especial toda la urdimbre que hasta el punto final de la serie nos ha traído. Y lo hace además con una novela totalmente absorbente, que a pesar de sus constantes cambios de ritmo, propiciados por las marchas atrás para ir conociendo desde el principio la vida de alguno de los protagonistas, apenas deja un segundo de respiro al lector.

Me he quedado al terminar El laberinto de los espíritus con una rara sensación: por un lado la alegría de haberla terminado y haberlo hecho con la mejor nota. Pero por otro, la pena de que ya se acabó. Han sido diez días lo que me han llevado las dos últimas novelas de la serie, que he disfrutado como hacía tiempo que no disfrutaba leyendo un libro. De ahí que no pueda hacer otra cosa que recomendaros su lectura.




Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles





VALORACIÓN: 10/10

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11 comentarios:

  1. No leí La sombra del viento en su momento pero ya la tengo conmigo. Espero disfrutar de esta tetralogía porque veo que merece la pena. Saludos y feliz año 2017.

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  2. Feliz año, Pedro. He andado más que liada, pero ya estoy por aquí. Me apetece ponerme pronto con él. A ver si disfruto como tú.
    Besos

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  3. Yo lo estoy leyendo, apenas empezando, y ya estoy llena de nostalgia y buenas sensaciones. A mí me gustaron todas las anteriores, sin un "pero" siquiera, así que espero disfrutarla tanto como tú.
    Besos.

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  4. Leí La sombra del viento cuando salió publicada y no seguí con el resto de la tetralogía. Así que ya tengo faena para un rato (tendré que releer de nuevo el primer libro porque no me acuerdo de muchas cosas) Un beso

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  5. Sin duda alguna Zafón ha encontrado la fórmula del éxito, sabe llegar al lector y mantener ese interés a lo largo de todos sus páginas.

    Un buen libro, si señor.
    Un beso

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  6. Vaya, pues sí que te ha gustado. Yo es que a este hombre no lo trago me leí La sombra del viento y no me decido.
    Saludos

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  7. La voy a terminar en un rato
    Me está gustando mucho como todo lo de Zafón aunque no la veo de diez. Quizás porque no he releído la anterior y se me ha olvidado completamente. Eso sí, coincido contigo en el personaje de Fermín, me encanta!!!

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  8. Leí hace muchos años la sombra del viento, pero no seguí, en mis planes esta leer la tetralogía seguida este año, veremos si puede ser. Besinos.

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  9. Leí hace muchos años la sombra del viento, pero no seguí, en mis planes esta leer la tetralogía seguida este año, veremos si puede ser. Besinos.

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  10. ¡Hola! Lo tengo en casa esperándome, pues La sombra del viento es uno de mis libros favoritos y necesito saber cómo termina la historia. Espero que me guste tanto como a ti.
    ¡Besoss!

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  11. Coincido totalmente con tus impresiones. Yo también creo que es un cierre maravilloso y que el autor difícilmente podría despedirse de los Sempere de mejor manera.

    Un abrazote.

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