martes, 17 de diciembre de 2013

PRESENTACIÓN DE RONIN

Madrid 3 de diciembre 2012



Siempre he pensado que los escritores tienen que tener algo de vendedores. Hoy en día más, porque si no consiguen “vender” su libro a una editorial, difícilmente conseguirán publicar, o tendrán que recurrir a la autoedición. Vendedores porque tienen que tener esa empatía que permite conectar con el que tienes enfrente. Y si eso es difícil en vivo y en directo, mucho más a través de las páginas de un libro.
Pero ha de hacerlo, porque si no conecta con el lector, ¿cómo va a continuar éste con la lectura del libro? Más aún si estamos hablando de un libro de casi novecientas páginas como es el caso del libro que hoy me ocupa: Ronin.





El martes 3 de diciembre pude asistir a la presentación de Ronin en la Fundación Japón de Madrid. Un acto que contaba con la presencia del embajador de Japón, organizado por Temas de Hoy y que contaba con la presencia de Jose Manuel Blázquez, director de Bonsaikido (Escuela de bonsái y Artes Zen Japón)

El acto tuvo lugar en un gran salón,de esos que más vale tener un gran éxito de público, porque si no parece vacío. Treinta personas en un local en que caben veinte parece un exitazo, pero esas mismas treinta en un local para doscientas suena a fracaso aunque la cifra de asistentes sea la misma.
No fue el caso, pues el salón estaba lleno (calculo que en torno a doscientas personas). Una larga mesa con ejemplares de Ronin y unas pequeñas estatuas sobre ella, que resultaron no ser tales, sino suiseki, unas valiosas piedras que sin haber sido sometidas a manipulación, se asemejan paisajes, presidían el acto, con una gran pantalla de fondo en el que se mostraban imágenes que iban cambiando en las que podíamos ver la portada del libro, mapas del Japón feudal y otras imágenes relacionadas con el libro.
De fondo una suave música japonesa que estuvo presente durante todo el acto.


Tras la presentación inicial por un representante de la editorial, tomo la palabra Jose Manuel Blázquez, director de Bonsaikido (Escuela de bonsái y Artes Zen Japón). En realidad la tomó nada más comenzar el acto, tantas eran las ganas que tenía de hablar.
Ganas de hablar para poner por las nubes (¿será porque es comandante de avión?) a Francisco Narla, del que destacó su rigurosidad, lo cual consigue sin perder lo que tiene que tener una novela: entretenimiento.
Una presentación en la que pude conocer unas cuantas cosas del autor, como su versatilidad, pues además de comandante de avión, es tirador de arco, le gusta la cocina, cultiva bonsais, está comprometido con la cultura gallega (es de Lugo) y es un amante de las tradiciones.


Cuando Francisco Narla tomó la palabra para hablarnos de su novela, se le veía entusiasmado con su trabajo. Un trabajo que el definió como duro y respetuoso, exacto, para lo que no dudó en consultar a cuanto profesional pudiera asesorarle y aconsejarle. Hay que tener en cuenta que es una novela histórica, con lo que todo eso requiere de documentación y que además está en parte ambientada en Japón, un gran desconocido para nosotros, no sólo por su historia, sino por su cultura y su modo tan peculiar de ver la vida.
Francisco Narla nos transmitió la idea de que al margen de esa exactitud, lo que el buscó fue que la novela atrapara desde el principio. Algo que en una novela de casi novecientas páginas es imprescindible.

Asistimos a un curioso experimento por parte del autor. Un experimento que puedes hacer en casa y fue que tres espectadores dijeran un número del 1 al 10 para elegir una página del libro (que resultó ser la 543)
Nos decía Francisco Narla que cuando uno lee una novela histórica, cualquier página del mismo tiene que llevarnos directamente a sentirnos en aquella época, que aún sacada del contexto, nos demos cuenta que no es una novela que se sitúe en la actualidad.
Con esa página, escogida al azar, el resultado fue un éxito.

De la novela nos habló, de sus protagonistas, de cómo dos personas tan diferentes como un samurai y un soldado español pueden tener mucho más en común de lo que se puede sospechar de entrada. También nos habló de como la historia que nos cuenta la novela es real, por más que evidentemente esté novelada, que esa embajada japonesa en España a principios del siglo XVII existió. De hecho la historia de esta novela comienza cuando el autor vio en Coria del Río la estatua de un samurai.

Un par de frases del autor que quiero resaltaros:
«Si gracias a esta novela Japón se conoce más, me sentiré bien pagado»

«Soy un ignorante muy esforzado.»

A la pregunta ¿qué es para tí un samurai?, algo fundamental en esta novela, respondió:
«Un samurai es un caballero educado para apreciar la belleza en cualquier acción, pero consciente de que cualquier instante puede ser el último de su vida.»




IMPRESIÓN PERSONAL

Asistí a la presentación con ganas de conocer personalmente a Francisco Narla y de saber más acerca de Ronin, una novela que ya tenía en mi poder.
He de confesar que me gustó mucho el autor, su aplomo (hubo alguna pregunta que era como para llamar tonto directamente al que la hacía), su retranca gallega (que salió a la luz en algún que otro momento) y sobre todo el amor que tenía por esta novela, de la que se sentía muy orgulloso y que en todo momento defendió, no solo por la historia que narraba, sino por lo entretenida que decía que era.
En una palabra, Francisco Narla me vendió su novela. Me dio un empujoncito para tener más ganas aún de enfrentarme a las casi novecientas páginas de Ronin, algo que espero hacer a principios del año que está a punto de comenzar.

Espero que, cuando lea la novela, el entusiasmo que tengo antes de empezarla no se vea defraudado y poderlo transmitir así en la reseña de la misma.



13 comentarios:

  1. Gracias por la crónica y ya nos contarás cuando leas el libro.

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  2. Una crónica muy interesante, a ver que te parece el libro, besotes

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Pues no he leído "Assur", la anterior novela del autor, pero ahora, con tu reseña, me parece que me apetece más empezar por este "Ronin" y sus samurais. Bss.

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  5. Por lo que leo cumplió muy bien su cometido, porque no solo te convenció a ti, si no que a mi, sin ir, también

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  6. Da gusto ir a presentaciones literarias, siempre sales con ganas de devorar el libro.
    Yo empezaré con Assur, que tengo en casa y que, en principio, me lla!a más

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  7. No he leído nada del autor pero lo que sí es digno de admirar es el hueco que se está haciendo poco a poco y la buena acogida que están teniendo sus novelas. Es un gustazo asistir a estas presentaciones y conocer directamente a los autores. Besos.

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  8. Una buena crónica, Pedo. Francisco Narla es una persona muy cercana a sus lectores. Lo comprobé en la presentación de Assur en Santiago de Compostela en donde se ve que le gusta departir con sus jefes, como él dice, porque tiene miles de ellos y a ellos se debe. Y en el trato personal es todo un lujo el poder dirigirte a alguien que se va consagrando ya en el panorama literario nacional. Espero que Ronin siga la misma senda que Assur y, por lo leído sobre ella, parece que lleva el mismo camino, aunque el personaje de Assur y su perro Furco siempre permanecerán ahí como unos fieles compañeros de viaje literarios.

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  9. Tengo pendiente de lectura ambos libros del autor, no hace mucho presentaron el libro en Lugo , pero no pude asistir, una pena, espero poder leer algo de él en algún momento

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  10. Estuve en la presentación de su anterior novela y me encantó por lo que estoy deseando poder asistir a la de esta, más después de haberla leído.
    besos

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  11. Gracias por esta crónica! Y a ver si me animo con Assur, que lo tengo en la estantería esperando y luego vendrá éste.
    Besotes!!!

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  12. Tengo muchísimas ganas de leer Ronin: por lo que voy viendo en los distintos blogs es una novela muy cuidada en todos los aspectos, y el Japón feudal es una época que siempre me ha seducido... Ojalá que los Reyes se acuerden de regalármela! 1beso!

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  13. Todo un lujo conocer a Francisco y poder escuchar más historias y curiosidades; excelente crónica,
    saludos

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